En la región de Moscú se están construyendo emplazamientos y torres de defensa antiaérea.

Estas estructuras estarán equipadas con sistemas de misiles antiaéreos y cañones Pantsir-S1.

Ayudarán a proteger Moscú de los drones de ataque, que recientemente han penetrado en la capital rusa.

Consisten en terraplenes sobre los que se colocan losas y torres en las que se montan sistemas de misiles y cañones antiaéreos.

Cabe señalar que los Pantsir-S1 sobre estas torres pierden completamente su movilidad.

Los drones de ataque obligaron a los dirigentes rusos a debilitar las defensas aéreas en la línea del frente para reforzar la defensa aérea de Moscú.

En la noche del 23 de agosto, los drones volvieron a atacar la capital rusa.

Entonces se produjo una explosión cerca del centro de negocios de la ciudad de Moscú, que dañó un edificio.

La noche anterior, a altas horas de la madrugada, se informó del cierre de todos los aeropuertos de la región de Moscú y de la puesta en marcha del Plan Kovyor, con prohibición de despegues y aterrizajes. Se utiliza en casos de detección de aeronaves desconocidas u otros objetos en el cielo que puedan suponer una amenaza para los vuelos de la aviación.

Vídeos publicados anteriormente desde Moscú muestran que uno de los drones volaba con un ala recta montada en la parte trasera del fuselaje y un distintivo morro de pato sin forma de flecha con un sistema de propulsión que accionaba un rotor de empuje en la parte trasera.

Los voluntarios recaudaban fondos para un dron similar destinado al personal de reconocimiento ucraniano, llamado Bober Castor).

En agosto, el Servicio de Seguridad de Ucrania también anunció nuevos ataques con drones contra los invasores rusos.