Ingenieros ucranianos están probando equipos de guerra electrónica (EW) contra drones kamikazes enemigos.

En las redes sociales se publicaron las fotos de los equipos correspondientes.

El objetivo principal de los módulos montados desarrollados es contrarrestar a los drones FPV enemigos que portan munición antitanque y suponen una amenaza para los vehículos blindados.

Los ingenieros instalaron un contenedor externo con todo el equipo necesario y una antena en la torreta de un tanque T-72 utilizado por el ejército ucraniano.

El prototipo ya ha superado las primeras pruebas de combate y ha mostrado unos resultados que permiten albergar esperanzas sobre el futuro desarrollo del sistema.

“Durante 3 semanas de misiones de combate, esta caja cumplió todas las tareas a la perfección, sin un solo impacto, ni siquiera tangencial desde el FPV. Aunque las tripulaciones vecinas fueron alcanzadas en una de las numerosas misiones: 2 acumulados cada una“, afirman los desarrolladores.

Según los desarrolladores, para contrarrestar a los drones, el sistema se configuró para funcionar a una frecuencia de 900 MHz, con una potencia operativa de 50 W.

Se desconoce si este módulo estaba conectado a la fuente de alimentación del tanque o si funcionaba con baterías.

El sistema de guerra electrónica desarrollado por el movimiento de voluntarios crea una pequeña “cúpula” de interferencias electrónicas sobre el equipo, que debería corta la comunicación entre el operador y el dron durante la parte final del vuelo.

No se sabe si un sistema de este tipo puede interferir realmente en el funcionamiento de los modelos militares en serie de drones de ataque, pero puede ser suficiente para contrarrestar los primitivos UAV civiles, con los que se fabrican actualmente numerosos drones kamikaze caseros.

La amenaza de ataques masivos con drones FPV de fabricación casera está cobrando fuerza, y los militares los utilizan activamente a ambos lados de la línea de contacto.

La capacidad de carga de estos drones es de varios kilogramos. Esto les permite transportar granadas de RPG-7 soviéticas, como la PG-7VS. Son capaces de penetrar hasta 400 mm de blindaje. Dicha munición puede ser suficiente para destruir un tanque si impacta en el saliente lateral del mismo o en la popa.