La junta militar de Níger ha permitido a los ejércitos de los vecinos Mali y Burkina Faso entrar en el país en caso de ataque.
Así lo anunciaron los ministros de Asuntos Exteriores de estos países en una declaración conjunta el jueves 24 de agosto, según informa Reuters.
Esto puede indicar que los rebeldes planean seguir resistiendo la presión regional.
Según el comunicado, los ministros acogieron con satisfacción la firma de dos órdenes por parte del líder de la junta de Níger, el general Abdourahmane (Omar) Tchiani, que “autorizan a las fuerzas de defensa y seguridad de Burkina Faso y Mali a entrar en Níger en caso de ataque“.
“Los ministros de Asuntos Exteriores de Burkina Faso y Mali han reafirmado su rechazo a la intervención armada contra el pueblo de Níger, que se consideraría una declaración de guerra“, dice el comunicado.
Anteriormente, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) intentó negociar con la junta militar nigerina, pero sus representantes advirtieron de que los Estados miembros de la organización podrían enviar sus tropas a Níger para restablecer el orden constitucional si fracasaba la diplomacia.
En respuesta, Mali y Burkina Faso, también dirigidos por la junta, dijeron que apoyarían a Níger en cualquier conflicto con la ECOWAS.
Cualquier escalada corre el riesgo de desestabilizar aún más esta región africana.
El 24 de agosto, la emisora de radio RFI, citando sus propias fuentes, informó de que Benín, Guinea Bissau, Costa de Marfil, Nigeria y Senegal ya estaban formando contingentes militares para intervenir en Níger bajo los auspicios del bloque de África Occidental ECOWAS.
También se está estudiando la posibilidad de que el ejército de Ghana participe en la operación, y no se descarta la opción de implicar a las fuerzas de otros países de la ECOWAS.
El 27 de julio, miembros de la guardia presidencial dieron un golpe de Estado en Níger y detuvieron al actual presidente del país, Mohamed Bazoum.
Al día siguiente, el viernes 28 de julio, el general Omar Tchiani anunció en la televisión estatal la destitución del presidente y la disolución de todas las estructuras estatales del país. Tchiani se autoproclamó jefe de un consejo de transición que se haría cargo del país.
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