El 22 de junio por la noche, el puente de Chongar fue atacado en Crimea. Este puente cruza el estrecho de Chongar, que conecta Crimea con la región de Jerson.

De ello informaron las autoridades de ocupación de Crimea.

El puente ha sufrido daños significativos por lo que se ha suspendido el tráfico sobre él. Como consecuencia del impacto, parte de la calzada quedó perforada, con agujeros de hasta dos metros de tamaño.

Según la población local, todos los vehículos están dando la vuelta en un puesto de control cercano al puente y enviados a través del puente Krymskiy o Armyansk.

El puente es una infraestructura estratégica que desempeña un papel importante en la logística de las fuerzas de ocupación rusas. Así, debido a la suspensión del tráfico a través de Chongar, los camiones rusos tendrán que dar un rodeo de 100 kilómetros para llegar desde Crimea hasta el Melitopol ocupado, lo que les llevará al menos varias horas.

Con los grandes depósitos de municiones rusos situados en la retaguardia profunda bajo la amenaza de ataques de HIMARS, esto podría complicar mucho el suministro de municiones y afectar negativamente a la capacidad de defensa de las posiciones en el sector de Zaporizhzhia.

Ataque Con Misiles

Como consecuencia del impacto de un arma de tipo desconocido, el puente sufrió importantes daños en la calzada. Los daños fueron similares en sus características a los resultados de los ataques con misiles que pudieron observarse tras los impactos en el puente Antonivskyi.

A favor del ataque con misiles también hablan los restos de una explosión causada por una munición desconocida cerca del puente.

El puente está situado a 128 kilómetros del punto más cercano de la línea de contacto, es decir, la orilla derecha de la región de Jerson. Esto excluye la posibilidad de utilizar misiles GMLRS tradicionales de alta precisión de los sistemas HIMARS, cuyo alcance no supera los 84 kilómetros.

Los misiles de crucero Storm Shadow entregados recientemente por el Reino Unido son los candidatos para golpear objetivos a tan larga distancia. Sin embargo, las consecuencias algo modestas del impacto, no están a la altura de la potencia de una ojiva de 450 kg del misil franco-británico.

Otro posible candidato es el misil ucraniano “Vilkha-M”, que fue diseñado antes de la invasión rusa y se encontraba en las fases finales de desarrollo en 2022. El alcance de estos misiles es de 150 km, lo que cubre la distancia hasta el puente. Su ojiva es de 170 kg por lo que tiene un impacto similar a la cabeza de guerra de un GMLRS de 91 kg.

El 28 de febrero de 2023, el primer jefe adjunto de la Asociación Nacional de la Industria de Defensa de Ucrania, Ivan Vinnyk, declaró que los fabricantes están planeando modificar el misil “Vilkha-M”. Sin embargo se negó a precisar cuándo podrían estar listos los misiles y cuántos se fabricarían. El industrial declaró:

“Digamos que, con suerte, justo durante la contraofensiva, que se espera que tenga lugar en el sur, hacia el Mar de Azov. Las pruebas tendrán lugar en el campo de batalla”.